Phos4Cycle, hacia una agricultura más sostenible gracias a la gestión del fósforo.

El fósforo es un nutriente imprescindible para el crecimiento de los cultivos, pero también puede convertirse en un contaminante cuando se utiliza de forma inadecuada. En la región Sudoe que abarca España, Portugal y el sur de Francia la presión sobre suelos y recursos hídricos derivada de las prácticas agrícolas y ganaderas intensivas ha puesto de relieve un problema hasta ahora poco atendido, la contaminación por fosfatos. Su acumulación favorece la eutrofización de embalses y ríos, degrada la fertilidad de los suelos y amenaza la sostenibilidad de los sistemas de producción.
Frente a este reto, Phos4Cycle busca sentar las bases de un modelo común para prevenir y reducir la contaminación por fosfatos en la agricultura y la ganadería. El objetivo garantizar un uso más eficiente y responsable de este recurso, asegurando la productividad agrícola sin comprometer la calidad del agua ni la salud de los ecosistemas.
Soluciones innovadoras y casos demostrativos
El proyecto desarrolla una estrategia práctica que combina ciencia, tecnología y transferencia de conocimiento. Para ello, se han puesto en marcha seis pilotos demostrativos en diferentes sistemas productivos del espacio Sudoe:
- Cereal de regadío
- Viñedo
- Dehesa
- Producción avícola.
- Maíz
En cada uno de ellos se aplican metodologías innovadoras de monitorización, cuantificación y predicción, que permiten seguir el rastro del fósforo en suelos, agua y sedimentos. El uso de tecnología de teledetección, análisis fisicoquímicos y biológicos avanzados, y la detección de micro contaminantes hacen posible disponer de información precisa y en tiempo real para anticipar riesgos de contaminación.
De este trabajo surgen tres resultados clave:
- Una guía de monitorización, que estandariza cómo evaluar la presencia de fosfatos en distintos entornos agrícolas.
- Un modelo predictivo, para anticipar problemas y facilitar la toma de decisiones.
- Un manual de buenas prácticas, dirigido a agricultores, ganaderos y administraciones públicas.
Junto a la investigación, el proyecto también dedica esfuerzos a la formación y capacitación, con el fin de facilitar que estas herramientas sean utilizadas de manera efectiva por profesionales y autoridades competentes.
El papel de Itagra.ct
En el corazón de Phos4Cycle se encuentra Itagra, el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario con sede en Palencia, que asume el rol de coordinador del consorcio. Su liderazgo se centra en el diseño y desarrollo de la monitorización, así como en la creación del modelo predictivo que permitirá anticipar la contaminación por fosfatos.
La aportación de Itagra.ct se traduce en tres grandes ámbitos:
- Liderazgo en los pilotos y coordinadores del proyecto. El centro coordina la recogida de datos y la validación de metodologías asegurando la solidez científica de los resultados. Colaborando con uno de los pilotos, en Villamuriel de Cerrato de cereal.
- Transferencia y adaptación local. Itagra se ocupa de que el conocimiento generado se traduzca en recomendaciones prácticas y hojas de ruta aplicables por agricultores y técnicos de la región.
- Conexión internacional. Como coordinador, refuerza la cohesión del consorcio y la proyección de los resultados a nivel europeo.
De esta forma, Itagra.ct consolida su posición como un referente en bioeconomía y agricultura sostenible, demostrando su capacidad para liderar iniciativas europeas de alto impacto y convertir la investigación en soluciones aplicadas al sector.
Una alianza transfronteriza
Phos4Cycle se enmarca en el programa Interreg Sudoe 2021–2027, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Con un periodo de ejecución de tres años, de enero de 2024 a diciembre de 2026, el proyecto reúne a nueve entidades de España, Portugal y Francia: INIAV, Instituto Politécnico de Coimbra (I-2A), ITAVI, FEDEHESA, CALCOB, AQUACORP, Gobierno de La Rioja, ADERA e Itagra.ct, que lidera la coordinación.
Esta colaboración internacional asegura que los resultados no se limiten a un ámbito local, sino que sienten las bases de un modelo de gestión sostenible del fósforo para toda la región Sudoe.
Hacia una gestión más eficiente del recurso
El impacto esperado del proyecto trasciende los límites de cada piloto. Entre sus beneficios destacan:
- La reducción del riesgo de eutrofización en ríos y embalses.
- La mejora de la eficiencia en el uso de fertilizantes.
- La protección de la fertilidad del suelo y la biodiversidad.
- La creación de herramientas útiles para agricultores, técnicos y administraciones.
- La consolidación de un marco de gobernanza común en la gestión de fosfatos.
En definitiva, representa una oportunidad para transformar un problema ambiental en una palanca de sostenibilidad y competitividad. Y en el centro de esa transformación, Itagra.ct confirma su papel como motor de innovación y transferencia tecnológica en el sector agroalimentario.