Desde vehículos eléctricos hasta gestión avanzada de la cadena alimentaria, los Centros Tecnológicos de Castilla y León lideran el desarrollo de soluciones revolucionarias
En el centro de la innovación y la tecnología, los Centros Tecnológicos de Castilla y León están marcando el ritmo del progreso. Focos de creatividad y soluciones avanzadas, han generado casos de éxito que no solo resuelven desafíos complejos, sino que también moldean el futuro de industrias y comunidades.
Destacamos algunos de estos casos, revelando cómo la innovación puede ser un motor de cambio y desarrollo.
Cidaut y el futuro de los vehículos eléctricos urbanos
En el mundo en constante evolución de la tecnología de vehículos, el centro tecnológico Cidaut ha marcado un hito significativo con su proyecto URBAN-EV. Este proyecto, desarrollado en colaboración con un consorcio de 10 socios, representa un avance significativo en el diseño y la fabricación de vehículos eléctricos urbanos.
El núcleo del proyecto URBAN-EV ha sido el desafío de crear un vehículo eléctrico urbano que no solo sea ligero y seguro sino también asequible y eficiente. Con un enfoque en la reducción del peso y la mejora de la seguridad, el equipo utilizó materiales innovadores como aluminio, magnesio, compuestos y acero para crear un vehículo que redefine las expectativas de rendimiento y seguridad.
Uno de los aspectos más destacados del URBAN-EV ha sido su enfoque innovador en la unión de diferentes materiales. Enfrentándose al desafío de combinar materiales que normalmente no se pueden soldar, el equipo desarrolló técnicas de unión electromagnética para crear uniones a velocidades supersónicas, una hazaña que requirió precisión extrema y pensamiento innovador.
El vehículo resultante, un coche eléctrico urbano de 2 asientos, no solo es ligero y seguro, sino también notablemente versátil. Con un peso reducido de 720 kg a 555 kg y una autonomía aumentada de 65 km a más de 160 km, el URBAN-EV ha establecido nuevos estándares en eficiencia. Además, su capacidad de plegarse para facilitar el estacionamiento demuestra una mezcla única de funcionalidad y diseño innovador.
La seguridad ha sido otra área de enfoque crucial. A través de simulaciones y ensayos rigurosos, Cidaut optimizó la estructura del vehículo para garantizar que cumpliera con los estándares de seguridad de un vehículo turismo convencional. Las mejoras en la absorción de energía en caso de colisión y los sistemas de retención específicos, como airbags y cinturones de seguridad, son testamentos de su compromiso con la seguridad.
Más allá de la innovación técnica, el proyecto URBAN-EV también ha hecho una contribución significativa hacia la sostenibilidad. La adopción de materiales termoplásticos sobre los termoestables, que son más fáciles de reciclar, subraya el compromiso del proyecto con un futuro más verde. El vehículo también incorpora un sistema de frenado regenerativo, maximizando la eficiencia energética y minimizando el impacto ambiental.
El caso de éxito de Cidaut con el URBAN-EV no solo ha demostrado la viabilidad de los vehículos eléctricos urbanos ligeros, sino que también ha sentado las bases para futuras innovaciones en el campo. Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la colaboración, la innovación y un enfoque en la sostenibilidad pueden llevar a avances significativos que benefician tanto a la industria como a la sociedad en su conjunto.
El poder del big data en la energía: caso de éxito de ITCL con Aduriz Energía
En un mundo donde la eficiencia energética es clave para la sostenibilidad, el Centro Tecnológico ITCL, en colaboración con Aduriz Energía, ha dado un salto cualitativo en la gestión energética. Su proyecto, el «Big Data energético», representa un avance significativo en la administración y análisis de datos para la optimización del consumo energético.
El proyecto nació de la necesidad de Aduriz Energía, una pequeña y mediana empresa comercializadora de energía en Burgos, de mejorar su posición en el mercado del suministro inteligente de energía, especialmente en zonas rurales. Con el desafío de competir en un mercado energético fluctuante y enfrentar la creciente demanda y diversidad de clientes, era esencial contar con herramientas precisas para el análisis de la demanda energética.
La solución propuesta por ITCL y Aduriz Energía fue desarrollar una herramienta de Big Data capaz de predecir el consumo de energía y asistir en la toma de decisiones en tiempo real. Este sistema no solo gestionaría eficientemente la comercialización y el autoconsumo energético, sino que también permitiría una predicción eficaz del consumo energético, adaptándose a los patrones cambiantes de demanda.
Las acciones clave en el proyecto incluyeron:
- Desarrollo de modelos predictivos de consumo de energía.
- Creación de un sistema Big Data para el procesamiento de datos en tiempo real.
- Desarrollo de interfaces para la visualización y gestión de datos.
- Implementación de reglas para la predicción energética.
- Testeo y validación del sistema.
El resultado ha sido un sistema de gestión energética revolucionario que no solo mejora la eficiencia del negocio de Aduriz Energía, sino que también contribuye significativamente a la personalización y calidad del servicio al cliente. Este proyecto es un claro ejemplo de cómo el uso de tecnologías avanzadas, como el Big Data y la industria 4.0, puede llevar a innovaciones que benefician tanto a las empresas como a la sociedad en general.
La implementación de este sistema demuestra cómo la tecnología puede ser una herramienta poderosa en la transformación de los mercados energéticos, ofreciendo soluciones sostenibles y adaptativas a los desafíos contemporáneos. Además, resalta la importancia de la colaboración entre Centros Tecnológicos y empresas para impulsar la innovación y el desarrollo.
El proyecto de ITCL y Aduriz Energía es un modelo a seguir en el uso de la tecnología para mejorar la gestión energética, mostrando que la innovación tecnológica es fundamental para el avance y la sostenibilidad de las empresas y la sociedad.
Revolución agrícola con azufre: el caso de éxito de ITAGRA con Repsol
En un esfuerzo por hacer la agricultura más sostenible y eficiente, el centro tecnológico agrario ITAGRA, en colaboración con Repsol, ha transformado el azufre, un subproducto del refinado petrolífero, en un fertilizante innovador. Este proyecto no solo mejora la fertilidad del suelo y la producción agrícola, sino que también representa un avance significativo en la gestión de residuos y la sostenibilidad medioambiental.
El proyecto, iniciado en 2011, surgió de la necesidad de Repsol de encontrar una aplicación útil para el azufre, un residuo de sus procesos de refinado. ITAGRA aceptó el desafío, proponiendo utilizar el azufre en la agricultura. Más allá de solo desechar este subproducto, el objetivo era valorizarlo, es decir, convertirlo en una materia prima valiosa dentro del ciclo de la economía circular.
Durante más de seis años, ITAGRA ha estudiado el impacto del azufre en diferentes cultivos y suelos, determinando las dosis óptimas para su aplicación. Los resultados han sido prometedores: el uso de azufre mejora la eficiencia del nitrógeno en el suelo, reduciendo la pérdida de este nutriente vital y, por ende, disminuyendo la necesidad de fertilizantes adicionales.
El azufre no solo favorece el crecimiento de los cultivos, sino que también mejora la disponibilidad de otros nutrientes esenciales como el fósforo. Además, la incorporación de azufre en el proceso de compostaje de residuos agroganaderos resulta en un compost más rico en nitrógeno y menor emisión de amoniaco, un gas de efecto invernadero.
La colaboración entre ITAGRA y Repsol ha llevado a adaptaciones metodológicas significativas, incluyendo estudios sobre la volatilización del amoniaco y su impacto ambiental. Este enfoque innovador no solo beneficia a los agricultores al aumentar la rentabilidad de sus explotaciones, sino que también contribuye a la reducción de la contaminación medioambiental.
El caso de éxito de ITAGRA y Repsol demuestra el poder de la innovación en la resolución de problemas ambientales y económicos en la agricultura. La revalorización del azufre como fertilizante es un ejemplo de cómo la economía circular puede ser aplicada de manera práctica y beneficiosa, creando soluciones sostenibles que tienen un impacto positivo tanto en el sector agrícola como en el medio ambiente.
Este proyecto destaca la importancia de la colaboración entre diferentes sectores, en este caso, la industria petrolera y la tecnología agraria, para crear soluciones innovadoras que abordan los desafíos contemporáneos. El éxito de ITAGRA y Repsol en la valorización del azufre ilustra cómo la ciencia y la tecnología pueden ser fuerzas motrices para el cambio positivo en nuestra sociedad.
Innovación sostenible en recubrimientos: el caso de éxito de CTME con CICROSA
En un contexto donde la sostenibilidad y la innovación van de la mano, el proyecto ReSinCrom de CTME representa un caso ejemplar. Centrado en el desarrollo de recubrimientos alternativos al cromo duro para cilindros hidráulicos de CICROSA, este proyecto demuestra cómo la investigación y la tecnología pueden contribuir significativamente tanto al cumplimiento de normativas ambientales como a la mejora de la competitividad en los mercados globales.
El desafío principal del proyecto ReSinCrom era encontrar una alternativa viable al cromo hexavalente (Cr6), un compuesto químico conocido por su toxicidad y su amplio uso en la industria para procesos de cromado. Este reto cobró importancia con la implementación del reglamento REACH de la Unión Europea, que busca limitar el uso de sustancias químicas peligrosas para proteger la salud humana y el medio ambiente.
CTME, el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro, abordó este desafío junto con CICROSA HIDRAULICA S.L., una empresa dedicada a la fabricación de cilindros hidráulicos. Juntos, se embarcaron en una búsqueda exhaustiva de recubrimientos alternativos que no solo fueran menos perjudiciales para el medio ambiente, sino que también mantuvieran o incluso mejoraran la calidad y la durabilidad de los productos finales.
Tras una investigación profunda, CTME propuso dos soluciones alternativas: la proyección térmica y el níquel químico. Estos métodos se alineaban con las expectativas de sostenibilidad y calidad de CICROSA, ofreciendo una resistencia a la abrasión comparable y una porosidad mínima, elementos cruciales para el funcionamiento eficiente de los cilindros hidráulicos.
El éxito del proyecto ReSinCrom no solo significa una victoria en términos de cumplimiento normativo, sino que también representa un avance significativo en la industria de recubrimientos. El proyecto ilustra cómo la colaboración entre Centros Tecnológicos y empresas puede conducir a soluciones innovadoras que respondan a necesidades ambientales, de salud y de mercado.
El caso de éxito de CTME y CICROSA es un ejemplo inspirador de cómo la innovación orientada a la sostenibilidad puede abrir nuevas vías para la competitividad en un mercado global. Al adoptar tecnologías de recubrimiento más ecológicas y efectivas, CICROSA no solo se adelanta a las regulaciones ambientales, sino que también establece un nuevo estándar en su sector.
Este proyecto destaca la importancia de los casos de éxito en la innovación tecnológica, demostrando que es posible alcanzar objetivos comerciales y ambientales de manera simultánea. La colaboración entre CTME y CICROSA HIDRAULICA S.L. sirve como un modelo para otras empresas y Centros Tecnológicos que buscan prosperar a través de la innovación sostenible.
EIAROB: innovación en robótica para mejorar la vida de mayores y dependientes de Cartif
En una era donde la tecnología avanza a pasos agigantados, el proyecto EIAROB, coordinado por el Centro Tecnológico CARTIF, se destaca como un faro de innovación. Su objetivo es mejorar significativamente la calidad de vida de las personas mayores y dependientes a través de sistemas avanzados de inteligencia artificial, mecatrónica y robots sociales.
EIAROB surge como respuesta a los desafíos que enfrentan las personas mayores o dependientes en su vida diaria. Estas personas, a menudo limitadas en su autonomía y salud física y mental, necesitan asistencia para realizar actividades cotidianas. EIAROB propone una solución tecnológica que no solo promueve la autonomía y calidad de vida de estos individuos en sus hogares o unidades residenciales, sino que también previene riesgos, facilita el trabajo de los cuidadores y reduce los costos asociados al cuidado.
El proyecto se estructura en tres ejes principales:
Desarrollo de Actividades: Incluye la creación de un sistema de inteligencia ambiental que monitorea y supervisa las actividades diarias, proporcionando recomendaciones y alertas. Los robots sociales actúan como asistentes en diversas tareas.
Atención y Apoyo en el Hogar: Se enfoca en soluciones mecatrónicas y robóticas para asistir en el desplazamiento dentro del hogar, mejorando la movilidad y la independencia de las personas.
Observatorio Experimental: La creación de un observatorio experimental en Castilla y León permite probar y perfeccionar estas tecnologías en un entorno controlado.
EIAROB, en colaboración con entidades como la Fundación INTRAS, ASPRODES y la Universidad de Valladolid, ha logrado avances significativos en el campo de la robótica aplicada al cuidado de personas. Este proyecto no solo mejora la vida de los mayores y dependientes, sino que también representa un importante avance en la tecnología asistencial. Su éxito demuestra cómo la innovación tecnológica puede tener un impacto profundo y positivo en la sociedad, ofreciendo soluciones prácticas y humanas a problemas reales.
CETECE: avances en análisis de harinas sin gluten para la industria alimentaria
En un mercado en constante evolución, el proyecto March del Centro Tecnológico CETECE se posiciona como un hito en el análisis de harinas sin gluten. Su enfoque en técnicas avanzadas para la transformación de cereales refleja un avance significativo en la producción de alimentos sin gluten, atendiendo a una creciente demanda de consumidores con enfermedad celíaca u otras sensibilidades al gluten.
El proyecto March se centra en abordar los desafíos técnicos asociados con la producción de alimentos sin gluten. Una de las principales barreras es la falta de homogeneidad y la limitada caracterización de harinas y otros ingredientes sin gluten. Esto representa un desafío significativo para los productores, que requieren métodos precisos para evaluar estas materias primas antes de su uso en la fabricación de alimentos.
CETECE, aplicando técnicas avanzadas como el uso del equipo RVA (Rapid Visco Analyzer), ha desarrollado un método para analizar la viscosidad de las harinas sin gluten, un componente clave en la calidad del producto final. Este avance proporciona una herramienta crucial para los fabricantes de alimentos, permitiéndoles anticipar problemas y mejorar la eficiencia y calidad de sus productos.
El equipo RVA analiza las propiedades de empastado de las harinas, un factor crítico en la producción de alimentos como panes, salsas y repostería. A través de este método, CETECE ha logrado caracterizar diferentes tipos de harinas y almidones, como los de arroz, maíz, trigo sarraceno y mijo. Estos hallazgos son fundamentales para comprender cómo cada ingrediente afecta la textura, el sabor y la calidad nutricional de los alimentos sin gluten.
El proyecto no solo ha establecido perfiles de viscosidad estándar para estos ingredientes, sino que también ha desarrollado mezclas optimizadas para la producción de panes sin gluten. Estas mezclas logran una calidad comparable a la de los productos con gluten, abordando uno de los mayores desafíos de la industria alimentaria en este segmento.
El éxito de CETECE en el proyecto March es un claro ejemplo de cómo la innovación tecnológica puede influir positivamente en la industria alimentaria y, por extensión, en la sociedad. Al mejorar la calidad y la consistencia de los alimentos sin gluten, CETECE no solo está apoyando a las empresas del sector, sino también aportando significativamente a la mejora de la calidad de vida de las personas con enfermedades relacionadas con el gluten.
Este caso de éxito demuestra la importancia de la investigación y el desarrollo en el ámbito de los alimentos especiales, y cómo la ciencia y la tecnología pueden contribuir a soluciones prácticas que benefician tanto a las empresas como a los consumidores.
MicoQR de Cesefor: innovación digital en el mercado micológico para la seguridad alimentaria
En un mercado cada vez más regulado y exigente en transparencia y seguridad alimentaria, el Centro Tecnológico Cesefor ha desarrollado MicoQR, una solución innovadora para la gestión de compras de hongos silvestres. Este avance tecnológico responde a la creciente demanda de herramientas eficaces para el control y trazabilidad de productos micológicos, marcando un hito en la transformación digital del sector.
MicoQR surge en un contexto donde la regulación de la comercialización de setas silvestres está adquiriendo mayor rigor, en especial en regiones como Castilla y León, un importante punto de referencia en la actividad micológica. Este marco normativo busca un mayor control y profesionalización de los agentes implicados en el comercio de setas y trufas frescas. La aplicación desarrollada por Cesefor permite a las empresas gestionar eficazmente la trazabilidad de estas compras, identificando tanto al recolector como el lugar de recolección, y asegurando así la calidad y seguridad del producto.
MicoQR representa una herramienta de cambio significativo en el control de productos micológicos. Funciona como una aplicación multiplataforma que facilita la gestión de compraventa en tiempo real, incluso en terrenos remotos sin conexión continua a Internet. La capacidad de imprimir tiques y albaranes en el monte mediante impresoras portátiles y recoger datos detallados sobre la transacción es crucial para mantener una trazabilidad efectiva.
Además de mejorar la gestión diaria de las transacciones de estos productos, MicoQR es fundamental para regular el sector y su comercialización, aportando transparencia y confianza tanto a empresas como a consumidores. Este sistema no solo beneficia a las empresas en su gestión interna, sino que también es esencial para cumplir con las inspecciones y normativas de seguridad alimentaria.
El éxito de MicoQR demuestra la importancia de la innovación tecnológica en sectores no mayoritarios pero de gran relevancia socioeconómica. Cesefor, mediante esta aplicación, no solo ha transformado la gestión diaria de las empresas del sector micológico, sino que también ha establecido un estándar para la garantía de la trazabilidad y la seguridad alimentaria en la comercialización de setas y trufas silvestres.
La implementación de MicoQR en empresas líderes del mercado micológico español refleja su eficacia y necesidad. Este caso de éxito es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede aportar soluciones prácticas y avanzadas a desafíos específicos de la industria, promoviendo la sostenibilidad, la seguridad y la eficiencia en el sector alimentario.
ChainWines: innovación en la trazabilidad del vino con blockchain por AIR Institute
En un sector donde la calidad y la transparencia son esenciales, el proyecto ChainWines del AIR Institute emerge como un modelo innovador. Utilizando la tecnología blockchain, el proyecto ha creado una plataforma integral para gestionar el ciclo de vida completo de vinos premium, desde la viña hasta la mesa.
ChainWines aborda el desafío de registrar la trazabilidad completa del vino, un proceso complejo que abarca desde las condiciones climáticas de cultivo de la uva hasta su transporte final al consumidor. Este proyecto no solo se enfoca en los procesos de vinificación y embotellado, sino también en garantizar la calidad durante el transporte y la entrega.
El objetivo principal de ChainWines ha sido aumentar la percepción de calidad por parte del consumidor. En un mercado donde los clientes buscan diferenciación y transparencia, este proyecto aporta un valor adicional al vino al implementar nuevas técnicas de trazabilidad. Estas técnicas permiten monitorizar aspectos clave que influyen en la calidad del producto, como los contratos inteligentes entre bodegas y transportistas para mantener los estándares de conservación.
Con el aumento de la preocupación por la calidad y la seguridad alimentaria, ChainWines ha integrado tecnologías avanzadas como Internet of Things (IoT) y blockchain para gestionar la información generada a lo largo del proceso vitivinícola. Esta solución holística abarca desde la caracterización de los procedimientos en la bodega hasta la implementación de una capa de seguridad que garantiza la integridad de los datos.
El trabajo de AIR Institute en este proyecto incluye la implementación de una base de datos eficiente para la trazabilidad, utilizando tecnologías de registro distribuido y el desarrollo de interfaces adaptadas para que los actores de la cadena de valor puedan acceder a la información de trazabilidad.
El resultado de ChainWines es una plataforma blockchain que mantiene la trazabilidad de cada botella de vino producida, asegurando y estandarizando la calidad del producto que llega al consumidor. Los contratos inteligentes establecidos en esta plataforma crean un marco de confianza entre productores, distribuidores y consumidores.
Este caso de éxito demuestra cómo la innovación tecnológica, particularmente en el uso de blockchain, puede transformar industrias tradicionales como la vitivinícola. Al proporcionar una solución transparente y eficiente para la gestión de la trazabilidad, ChainWines no solo mejora la percepción de calidad del producto, sino que también establece nuevos estándares de confianza y seguridad en el sector.
Estos casos de éxito no son solo ejemplos de innovación tecnológica; son testimonios de cómo la colaboración, la creatividad y el compromiso con la sostenibilidad pueden conducir a soluciones transformadoras.
Los Centros Tecnológicos de Castilla y León están demostrando que el futuro sostenible y tecnológicamente avanzado no es solo un ideal, sino una realidad tangible.
MINE.THE.GAP: revolucionando la minería europea con innovación y colaboración con ICAMCyL
En un mundo donde la innovación es el motor del crecimiento y el desarrollo, casos de éxito como el proyecto MINE.THE.GAP, liderado por la Fundación ICAMCyL, iluminan el camino hacia el futuro. Con un presupuesto de 5 millones de euros, este proyecto se destaca por su impacto significativo en el sector minero, un sector crucial pero a menudo olvidado en las conversaciones sobre innovación tecnológica.
El éxito de MINE.THE.GAP radica en su enfoque colaborativo y su dedicación a la innovación. Con más de 3 millones de euros destinados a financiar proyectos y servicios para PyMEs en la minería y las materias primas, el proyecto ha creado un ecosistema donde la colaboración entre diferentes sectores tecnológicos florece. Este enfoque ha resultado en un crecimiento económico tangible y una mayor competitividad en la industria minera de Europa.
Una de las contribuciones más significativas de MINE.THE.GAP es su capacidad para reforzar las cadenas de valor existentes y desarrollar nuevas. La plataforma proporcionada por el proyecto ha permitido a las PyMEs beneficiarse de interacciones valiosas con proveedores y facilitadores en campos emergentes como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la economía circular y la fabricación avanzada. Este enfoque intersectorial e interregional no solo mejora las operaciones actuales, sino que también abre puertas a futuras innovaciones.
MINE.THE.GAP no solo se ha centrado en las soluciones actuales, sino que también ha puesto la mirada en el futuro. Ofreciendo bonos de financiación como MINE-PoC y MINE-Demo, el proyecto ha abordado desafíos clave en la cadena de valor de la minería. Estos bonos han facilitado el desarrollo de proyectos colaborativos y la implementación de prototipos, apoyando no solo la innovación, sino también la creación de nuevas oportunidades comerciales.
La Fundación ICAMCyL, a través de MINE.THE.GAP, ha demostrado una habilidad excepcional para adaptarse y responder a desafíos imprevistos, como la pandemia de COVID-19. Durante sus 39 meses, el proyecto financió a 63 empresas, proporcionando un impulso económico vital para la reactivación de las actividades mineras en un momento crítico. Este enfoque resiliente y proactivo es un ejemplo brillante de cómo los centros tecnológicos pueden desempeñar un papel crucial en tiempos de crisis.
MINE.THE.GAP se destaca no solo por su aporte financiero y técnico a las PyMEs europeas, sino también por su enfoque innovador y colaborativo. Sirve como un modelo a seguir para futuros proyectos en diversos sectores, demostrando que la colaboración y la innovación son fundamentales para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades del mañana. Este caso de éxito es una inspiración para todos aquellos interesados en el poder transformador de la innovación y la tecnología.
Desde la Red de Centros Tecnológicos trabajamos interdisciplinarmente de una manera integrada, cubriendo todas las disciplinas técnicas y encontrando soluciones innovadoras en todas partes de los procesos.
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